Rudolf Steiner (1861 – 1925) es un pionero del siglo XX en establecer un puente de conexión y de comprensión entre la realidad del mundo físico sensorial, y aquella otra realidad suprasensorial que denominamos habitualmente mundo espiritual.
Nace el 27 de febrero de 1861 en la pequeña localidad de Kraljevec, perteneciente al antiguo imperio austrohúngaro (hoy Croacia), y pasa su infancia y juventud en Austria. A los 18 años ingresa en el Technische Hohschule de Viena en donde cursa estudios de ciencias naturales, matemáticas y filosofía, a la vez que profundiza en todas las áreas de conocimiento disponibles en su época.
Dotado de una especial sensibilidad innata para percibir otras dimensiones de la realidad, se dedica a estudiar e investigar sus características y sus leyes con el mismo rigor científico con que lo hace en la universidad. Su gran empeño desde joven es encontrar los vínculos y las relaciones entre el mundo físico y el mundo espiritual.
Fruto de este arduo trabajo surge una intensa actividad en todo tipo de iniciativas, y una gran labor divulgativa que se puede encontrar en los 40 títulos publicados, y en las más de 6.000 conferencias agrupadas en casi 300 volúmenes que abarcan áreas del conocimiento tan diversas como pedagogía, medicina, arquitectura, arte, economía, matemáticas, ciencias naturales, astronomía, física. Euritmia, ciencias sociales o cuestiones religiosas.
Para muchos antropósofos, la obra cumbre de Rudolf Steiner es “La Filosofía de la Libertad”. De este libro escogemos un párrafo que resume su visión del ser humano, o del ser humano que podemos llegar a ser:
“Vivir en el amor por la acción,
y dejar vivir en la comprensión de la voluntad ajena,
ésta es la máxima fundamental del hombre libre.”